Trámite de apostasía

¿Cómo?

Enviando una carta informando de la decisión de dejar de pertenecer a la Iglesia Católica y por lo tanto exigiendo que se modifiquen los registros donde figuramos como católicas o católicos. La carta no debería tener demasiadas justificaciones dado que la decisión de dejar de pertenecer a la institución es íntima y no es necesario dar explicaciones de ello. De todas maneras de aquí se puede descargar la carta modelo que proponemos, a la que por supuesto se pueden hacer todas las modificaciones que consideren necesarias. Es importante que la carta contenga datos del bautismo (parroquia y fecha aproximada, al menos el año).

¿Dónde?

La carta debe ser enviada a la diócesis correspondiente al domicilio de residencia real. Aquí puede encontrarse el detalle de las diócesis y arquidiócesis de todo el pais, sus zonas de cobertura, domicilio postal, responsable y algunos datos de contacto. Puede ser enviada por correo postal o entregada personalmente, pero en todos los casos conviene tener alguna constancia de entrega. Si se envía por correo es mejor hacerlo al menos certificada pero no es indispensable, y si se entrega en persona conviene llevar una copia para que sea sellada a modo de acuse de recibo.

Nota:  Antes nos manejábamos con la diócesis de la parroquia donde fueron bautizados pero esto empezó a cambiar últimamente en la mayoría de las diócesis y solo toman el trámtie de los residentes, resuelven las cuestiones presenciales si las hay (ir a firmar, acreditar identidad, etc) y luego derivan el trámite a la diócesis de bautismo. Lamentablemente el criterio no está unificado en todas las diócesis y puede que algunas se manejen diferente.

¿Y luego?

La carta exige una respuesta favorable en el término de cinco días. Lamentablemente no conocemos ningún caso en los que se hayan respetado este plazo, pero si en el transcurso de los 15 días se han recibido respuestas informando de que se estaba tramitando la modificación de los registros. Si no llega ninguna respuesta hay dos caminos posibles. Intentar un contacto informal con la diócesis para verificar el estado del trámite y en todo caso apurarlo, o bien hacer una denuncia en la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales. No son opciones excluyentes y bien se puede consultar primero y a falta de respuestas proseguir con la denuncia, pero para la segunda va a ser necesaria la constancia del envío y posiblemente se vuelva todo un poco más engorroso.

Posibles respuestas:

Si se recibe alguna respuesta, posiblemente sea alguna de las que siguen

  • Invitación a presentarse a la diócesis para demostrar su identidad o hacer la renuncia en forma personal. Si es posible asistir es recomendable porque seguramente agilizará el trámite
  • Invitación a hablar personalmente con un obispo/vicario/sacerdote para reconciliar posiciones. No es necesario ya que no tenemos que dar explicaciones de nuestra decisión y ellos deberán actualizar sus registros.
  • Aviso de que la carta debe ser enviada a la diócesis del domicilio actual del interesado y no a la diócesis correspondiente a la parroquia de bautismo. No todas las diócesis se manejan de esta manera, pero hemos visto casos en los que así sucede. En principio parece una traba burocrática más, pero también puede facilitar el trámite si es que va a ser necesario ir personalmente luego. Nada se pierde intentando.
  • Aviso de que se cursa el pedido a la parroquia respectiva. Todo marcha bien y el pedido está en curso
  • Fotocopia de la partida de bautismo con la notación de renuncia al margen. Felicitaciones! Estás fuera de la Iglesia Católica